En 2003, Wakiya celebró su 30º aniversario como cocinero.Y 30 años realizando la misma labor es realmente mucho tiempo. Tras zambullirse en el mundo de la cocina china a la edad de 15 años, Yuji Wakiya ha seguido la misma senda durante 3 decenios.
Wakiya se topó con la cocina china siendo un alumno de segundo año de instituto. Nacido en Hokkaido, acompañó a su padre en un viaje de trabajo a Tokio y probó la auténtica cocina china por primera vez en el restaurante Sanno de Akasaka. Para él fue una revelación y comenzó a pensar en sus propios métodos de preparación.
Tras graduarse en el instituto, entró como aprendiz en el Sanno en 1973. Se formó en diversos restaurantes y, en 1979, a la edad de 21, decidió cambiarse al Hotel Hilton de Tokio y aceptar un puesto en el que ya había estado varios años atrás. Lo que Wakiya buscaba entonces no era posición sino un lugar en el que pudiera recibir formación de alta calidad. Cuando el Hilton se convirtió en el Capitol Tokyu Hotel en 1983, se sustituyó a la mitad del personal, incluido el nombramiento de un jefe de cocina chino; Wakiya resultó elegido cocinero japonés al cargo, siendo la persona más joven que jamás había tenido ese puesto.
Al cabo de tres años, comenzó a tener una sensación de duda e insuficiencia hacia la cocina china existente. Por aquella época se construyó un nuevo hotel, el Recent Park Hotel en Tachikawa, Tokio, y recibió el encargo de supervisar su restaurante chino. Había una enorme diferencia con respecto al Capitol Tokyu Hotel (antaño Hilton) de Nagatacho, pues tenía pocos huéspedes y el restaurante era poco conocido debido a la gran distancia que lo separaba de Tokio. Sin embargo, por extraño que parezca, a Wakiya no le importó en absoluto. En el Recent Park Hotel creó el mejor menú basado en el conocimiento y experiencia reunidos desde los 15 años. También concibió un método de servir diferente del estilo tradicional chino que, en un principio, conllevaba un cambio de las raciones y la presentación. Por lo general, la cocina china se sirve en un plato que contiene lo suficiente para 3 ó 4 personas, por lo que los huéspedes que venían en parejas sólo podían probar 2 ó 3 clases de platos. Para cambiarlo, Wakiya decidió servir al menos 8 platos distintos en raciones para 2 personas. Aunque en aquel entonces este estilo de servicio le granjeó críticas por parte de la industria y el colectivo de cocineros chinos, nada le afianzaba más que la esperanza de satisfacer a sus huéspedes.
Este menú de platos se convirtió en un tema candente y la cifra de comensales aumentó de inmediato. Por aquel entonces, Wakiya creía firmemente que la obligación de un cocinero era crear platos pensados para sus huéspedes. Y de ese modo, comenzó a cambiar el menú todos los meses y a ofrecer platos que incluso una sola persona pudiera disfrutar. Al cabo de 6 meses, el negocio de la restauración china y francesa se había invertido.
En la industria se comenzó a hablar mucho del trabajo de Wakiya y se le comenzó a reconocer como el pionero de la Nouvelle Chinoise japonés. Su encuentro con el afamado cocinero francés Yutaka Ishinabe también influyó mucho en su carrera. Una vez más, en su vida profesional llegaron días repletos de nuevos desafíos.
En 1996, Wakiya se convirtió en Director General y Cocinero Jefe de Turandot. Era responsable del "catering" de bodas y banquetes de Turandot, el restaurante chino de 180 cubiertos del Pan-Pacific Hotel de Yokohama. Esta vez, asumía las pesadas responsabilidades de Presidente y Jefe de Cocina. Tras el éxito de Turandot, comenzaron a lloverle las propuestas para dirigir nuevos restaurantes, que se han inaugurado ya o van a hacerlo en fechas próximas en Akasaka, Harumi, Roppongi y Maihama (Chiba).
En 2001, Wakiya hizo realidad su sueño, al abrir su propio restaurante, Wakiya Ichiemicharo, en Akasaka, Tokio. Abrir un restaurante en Akasaka, el lugar donde inició su formación como cocinero, significó volver al punto de partida. Era una forma de materializar y hacer realidad su propósito de crear su propia cocina a partir de ese momento. El restaurante de tres plantas alberga diferentes zonas en las que se puede disfrutar la cocina de Wakiya. Hay mesas animadas, una terraza bajo los árboles, salones privados de estilo japonés y occidental y un bar. Los platos de Wakiya están preparados al estilo de Shangai con las verduras de temporada más frescas y diversos productos locales. Desde clásicos como la aleta de tiburón, que hay que ablandar lentamente durante 10 días y estofar en salsa de soja al estilo de Shangai, a platos que satisfacen los cinco sentidos, como la cocción de cestos llenos de mariscos y verduras frescos con la suave fragancia del té chino. La técnica sofisticada y el estilo de Wakiya se dejan notar en todo su esplendor. Wakiya Ichiemicharo representa a la perfección lo que Wakiya ha venido cultivando y queriendo intentar hasta el momento presente.
Hoy, además de supervisar la cocina de sus restaurantes, Wakiya escribe libros, aparece en programas de televisión en la NHK, habla periódicamente en escuelas de cocina con el objetivo de impulsar a la próxima generación de jóvenes talentos, participa activamente en actos benéficos en EE.UU. y como connoisseur del té chino, Wakiya se esfuerza por compartir el disfrute de esta bebida en diversos medios de comunicación.