Si revisamos las imágenes grabadas por su abuelo, el Comandante Cousteau, veremos mares que ya casi no existen. “No nos conformemos con ello, escandalicémonos y actuemos”.

csoriano
15 de Julio de 2020

Alexandra Cousteau tiene agua salada en las venas. Le viene de familia, pero también por convicción y es por ello que ha hecho de la defensa de los mares el pilar de su actividad como ecologista marina. Miembro de OCEANA, organización con la que colabora estrechamente para recuperar la biodiversidad marina, su máxima aspiración es “devolver al océano todo su esplendor porque ya no podemos hablar de conservar, es tiempo de reconstruir”. Y así lo ha defendido en su participación en última jornada de Encuentro de los Mares en conversación con Benjamín Lana, presidente de la división de gastronomía de Vocento.

Inspiradora, Alexandra cree ferviente en “el poder que tienen las historias para cambiar las cosas” y es por ello que no se cansa de contar qué está ocurriendo en nuestros mares -sobrepesca, pesca ilegal, pérdida de biodiversidad…- para así agitar conciencias y provocar el cambio. En el mar “las cosas no están decididas todavía, tenemos una pequeña ventana de tiempo de 10 años en la que debemos actuar”, si lo hacemos el océano recuperará su esplendor y nos lo devolverá alimentándonos.

 
Todos somos parte del cambio

Según Alexandra Cousteau, “todos debemos formar parte de la fuerza del cambio” y es por ello que desde OCEANA se colabora con diversos chefs para que sean embajadores de esta necesidad de recuperación de la abundancia marina. Como figuras públicas, recae en ellos también la responsabilidad de nuestra relación gastronómica con el mar. “De lo que ellos cocinen, tomaremos ejemplo”, reconocía Lana. A lo que Cousteau respondía pidiendo a los chefs que incorporasen en sus menús nuevas especies, poniéndolas así en valor y restando presión sobre las 15 ó 20 más demandadas y que merman los caladeros con más presión pesquera.

Pero la responsabilidad recae en todos. “Todo lo que hacemos tiene un impacto, por ello detrás de cada elección hay una oportunidad”. Exigía para ello, Alexandra, una “cadena de suministro más transparente para que los consumidores contribuyan a la mejora de los mares y ayuden a los pescadores responsables comprando solo pescado con una clara trazabilidad”. Ante la imposibilidad de poder hacerlo, ella hace tiempo decidió no comer pescado si no está segura de su origen.

Es necesario, afirmaba Cousteau, que los políticos aprueben, y apliquen, las normativas que han de propiciar esa abundancia oceánica que la ciencia augura y es la sociedad quien debe exigir esa acción política. “La gente joven ya lo está haciendo”, dice Alexandra Cousteau, a lo que rápidamente añade: “¿No queremos el mejor futuro para nuestros hijos? Ese futuro no es solo a qué universidad irán o qué trabajo encontraran, ese futuro es principalmente su calidad de vida”. Algo sobre lo que ahora tenemos capacidad, y urgencia, de decidir.

“Estamos a tiempo de dibujar el futuro que queremos”, concluía Cousteau. Optimismo hasta el último minuto de esta edición de Encuentro de los Mares.