En la ponencia menos ponencia de San Sebastian Gastronomika, Andoni Luis Aduriz ha vuelto a sorprender sentado en una de las mesas de Mugaritz y discutiendo de creatividad y sorpresas con dos artistas vascas. “El placer de la buena mesa”, subrayaba el maitre del local, Joserra Calvo.

csoriano
07 de Octubre de 2020

Casi todas las ponencias de este martes han tenido lugar en las cocinas del restaurante Mugaritz que Andoni Luis Aduriz ha cedido como buen anfitrión. El vasco ha estado atento y ha tomado la palabra por la tarde, en este caso sentado en una de sus mesas para hacer pensar. En una performance patrocinada por Makro y guiada por el mítico maître, Joserra Calvo, Aduriz se ha hecho acompañar de dos artistas y amigos (el escritor Harkaitz Cano y el pintor y escultor Manu Muniategiandikoetxea) para hablar de creación y genialidad, de ser único, de romper cuando llegas a dominar una temática, de cómo buscar la originalidad en el conocimiento.

Ha sido una intervención diferente, encuadrada en la lógica de Mugaritz, un restaurante que crece con la interacción multidisciplinar, con el diálogo entre profesionales. Gastronómicamente, han hablado de comer con las manos, de la importancia de las texturas (“nuestra bandera”, comentaba el chef) y en la vida, de la importancia también de las temperaturas, qua han discutido comiéndose entre otros un txangurro con alioli que aparecía en una vajilla de agua helada que comían sin usar las manos.

No era una ponencia, era una conversación entre amigos, “que demuestra el valor de la palabra”, que muestra “que la comida es compartir y discutir; repartir sonrisas y abrazos, ahora tan necesarios”, finalizaba Calvo.