Arminda García

lrodriguez
octubre 19, 2018
Finca de Uga, el paraíso en un mar de lava En Lanzarote, lindando con el Parque Nacional de Timanfaya, frente a sus imponentes volcanes dormidos, se erige un paraíso de 70.000 metros cuadrados que guarda naranjos, aguacates, morales, manzanos, higueras y albaricoqueros; y también rebaños de cabras majoreras, de vacas, gallinas camperas o piaras de cerdos negros autóctonos. Un Arca de Noé en mitad de un mar de lava. Se trata de la Finca de Uga, una explotación agrícola y ganadera -que también cuenta con una quesería- totalmente sostenible, gestionada por la veterinaria Arminda García, y que sirve de despensa privilegiada para el chef Víctor Bossecker y su equipo del restaurante Isla de Lobos, en Yaiza. O cómo él mismo la define: «La Disneylandia de los cocineros». Al principio, sus propietarios empezaron a cultivar esas tierras como un método casero para abastecer con productos básicos al restaurante y al hotel, cuando todavía no estaban de moda conceptos como cocina de 'kilómetro 0' o de proximidad. Pero este almacén natural ha terminado marcando la hoja de ruta del Isla de Lobos. «Cuando vi la finca por primera vez ya tenía claro que este era el camino del restaurante. Imagínate lo que es para un cocinero tener esta despensa de ganadería, de agricultura o una quesería. Se me pone la piel de gallina. Además, podemos trasmitir este valor al cliente cuando viene a cenar los productos que ha visto recolectar esa misma mañana. Aunque el comensal pruebe una humilde zanahoria, eso tiene más valor que si le traen caviar desde Rusia», explica Bossecker. El restaurante ofrece el último sábado de cada mes un menú especial que se inicia por la mañana, con una visita a las instalaciones y campos que rodean la finca, y termina con una cena protagonizada por los productos que los propios visitantes han recolectado. «Muchas veces nuestros comensales nos preguntaban, con curiosidad, qué era eso de la Finca de Uga de la que provenían nuestros productos, pero era imposible trasmitirles con palabras la sensación de estar allí, esa sensibilidad, y nos dimos cuenta de que faltaba la conexión. Así que hace dos años pusimos en marcha este tipo de visitas. Ahora los clientes lo ven todo de primera mano y por la noche lo degustan, les vienen a la mente los recuerdos de aquella mañana, aquel naranjo, ese cochinillo...», señala Arminda García. La quesería es otro de los platos fuertes de la Finca de Uga. El pasado 4 de noviembre su queso 'Bodega de Oveja' se hizo con la medalla súper oro en el concurso internacional World Cheese Awards 2018, una de las ferias más importante del mundo. Por Miguel Ángel Alfonso