Isaac Loya

Isaac Loya, cocina asturiana anclada en la modernidad Isaac Loya y su cocina se han ganado a pulso el convertirse en una referencia más de la cocina actual en la costa cantábrica. La ubicación del restaurante, dentro del Real Balneario de Salinas, ha contribuido a colocar al joven cocinero asturiano en el mapa de la gastronomía nacional. Y es que Loya, asturiano de Avilés, de la añada del 79 y con casi 20 años de oficio, inicia su trabajo en la cocina cada día a muy corta distancia de La Peñona: la gran roca donde se encuentra el monumento a Cousteau y el célebre Museo de las Anclas a la intemperie. Cuando Isaac y su equipo preparan un mero, una lubina de lomo al vapor o un virrey -que es el pescado de roca con mayor aceptación- lo hace con la sintonía del mar. Al fondo las olas rompen y los comensales participan de esta estampa logrando una verdadera integración entre la cocina, sensaciones gustativas y el paisaje. Los fondos, ensaladas, guarniciones y texturas tienen mucho que ver con una comanda marítima donde no faltan meros, salmonetes, merluzas, angulas, ventrescas de atún rojo y guiños en el plato de oricios, almejas y un pixín a la brasa. El cocinero ha sabido consolidar una cocina que heredó de su familia y de la que es continuador. Para ello, sin desatender la vanguardia y el trabajo de creatividad en el taller de cocina, su restaurante es un fiel reflejo de la despensa asturiana en la que quesucos y queso azul forman parte, los callos asturianos y la fabada no faltan -con una interpretación muy personal- y, por supuesto, los guisos de cuchara a los que se une la oferta de carnes rojas de ternera asturiana y, siempre en la carta, perdiz roja o pichón. Es más, junto al menú de degustación, aparece el menú de fomento de la cocina asturiana. Isaac Loya se mantiene en esa difícil tabla sobre las olas de la cocina española defendiendo sus platos con un producto bien definido y con una variedad de mariscos obligada a la orilla del mar. Por eso, este cocinero asturiano ha echado el ancla en su propia tierra y en una playa, la de La Salina, que desde hace 17 años es la alfombra de arena por la que se accede al restaurante del Real Balneario. Hoy, el restaurante gastronómico de Isaac Loya del Río ya forma parte del Real Balneario de Salinas, desde que la familia Loya orientara su cocina. Las mesas del comedor del restaurante, anclado en la misma playa de Salinas, se posan sobre una antigua construcción modernista que en el siglo pasado formaba parte de las bañeras y piscinas del balneario de aguas marinas que, casualmente, fue inaugurado por su majestad Alfonso XIII en 1916.   Por Javier Pérez Andrés