lrodriguez
octubre 19, 2018
Kyle & Katina Connaughton
Empecemos por el huerto: Ubicado a unos ocho kilómetros de Single Thread, el hotel restaurante de Kyle y Katina Connaughton en San Francisco, el SingleThread Farm se encuentra junto a Russian River, en Sonoma. Allí, Katina y su equipo dirigen una propiedad que consta de invernadero, gallineros, un huerto de frutales, olivos, colmenas y un corral de ganado, todo ello rodeado de viñedos. De este lugar proceden las verduras, frutas, hierbas, flores, miel, huevos y aceite de oliva que nutren la cocina del restaurante.
Katina hizo su primera incursión en el trabajo agrario mientras vivía en una comunidad agrícola rural en Hokkaido, en Japón, y continuó con la jardinería culinaria en una propiedad victoriana en Inglaterra antes de retornar a California para completar sus cursos en Agricultura Sostenible y Horticultura.
Japón y Reino Unido, las mismas etapas previas que marcarán la carrera de Kyle, su pareja en la vida y los negocios desde hace tantos años.
Él, Kyle Connaughton, comenzó su trayectoria culinaria en Los Ángeles, como aprendiz en uno de los restaurantes japoneses más antiguos de la ciudad, y más adelante pasó por otras cocinas como las de Spago, en Beverly Hills, The Dining Room, en el Ritz Carlton o A.O.C. El gran salto llega cuando se desplaza a Japón como parte del equipo de apertura del Hokkaido de Michel Bras. Tras unos años allí, en 2006 pone fin a aquella etapa para viajar al Reino Unido y convertirse en el jefe de cocina y desarrollo del Fat Duck, de Heston Blumenthal, antes de hacer las maletas para volver a los Estados Unidos y poner en pie, junto a Katia, el que es su proyecto vital y profesional compartido.
Single Thread es el resultado de la experiencia acumulada y los sueños alimentados por ambos. Un gastro hotel en el que una particular idea de confort de orientación japonesa reina en cada detalle, especialmente en los donabe, recipientes de arcilla porosa con fósiles que en su caso fabrica siempre la familia Nagatani, dedicada a la alfarería tradicional en Iga, Japón, desde hace ocho generaciones.
Su propuesta culinaria es la de una cocina naturalista norteamericana con una marcada impronta nipona, milimétrica en cada detalle del servicio, selectiva hasta el borde de la imposibilidad en la búsqueda de ingredientes, precisa en las elaboraciones, colorista y original en las presentaciones.
Kyle y Katina Connaughton han concebido y levantado en San Francisco un lugar que va mucho más allá del propio concepto de restaurante, un espacio capaz de transmitir la más selecta de las ideas del lujo sostenible contemporáneo.
Por Miguel Ángel Rincón