Luis Alberto Lera

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octubre 3, 2018

Castroverde de Campos es un pueblo pequeño perdido en la Tierra de Campos, en Zamora. Un lugar donde el tiempo transcurre despacio entre espigas de cebada y Castilla se ensancha hasta más allá de lo posible. Es este un paraje donde abundan los palomares, pequeñas construcciones, muchas de ellas ya en desuso, que se dedicaron a la cría de la paloma salvaje para obtener pichones con los que llenar las cazuelas de carne. 

Buena parte de la cultura gastronómica del lugar se escribió a partir de las técnicas de cría de esas palomas y pichones y toda ella parecía condenada al olvido, hasta que Luis Alberto Lera decidió hacerse cargo de la cocina del restaurante familiar que hoy lleva su apellido, pero fue antes el Mesón del Labrador, fundado por Cecilio, su padre, en 1973.

Luis Alberto ha dedicado su talento culinario, que es mucho, a redescubrir y poner al día la herencia culinaria de la Tierra de Campos. Ha hecho del pichón su patrimonio personal y de la aplicación de técnicas culinarias contemporáneas una bendita forma de redescubrir los escabeches y las legumbres, los guisos, las setas y la caza, tal como se cocinaron siempre por estos lares, pero distinto. Tan distinto que todo ello en sus manos cobra una dimensión nueva, capaz de atraer hasta el centro de la nada a legiones de foodies curiosos para quienes en 2009 se inauguró un pequeño hotel adyacente al restaurante. Que si la ida cuesta, la vuelta tras la cena puede complicarse.

Lera actualiza las formas y preserva los sabores. Invita a redescubrir la cocina que fue a partir de una propuesta radicalmente actual.

Por Miguel Ángel Rincón